martes, 17 de diciembre de 2013

Ansiedad generalizada

Piensa y se remueve las sienes,
Sufre el calor y entre laberintos de autos, calles y veredas dice en voz alta:

Que mala suerte, Que mala suerte, Que mala suerte. 
¡Que mala suerte, la mala suerte!
Que mala suerte, ser suertudo
Y sentirse un pelotudo!
Que mala suerte, la mala suerte
Por fea y consecuente!
Que mala suerte la memoria del tacto
y los desencuentros desafortunados.

La congoja que remoja rostros como galletitas de agua en una taza de té.
Los infelices por derecho, 
los pechos planos como hojas.

Y se auto inculpa
Que mala suerte, las decisiones sin sentido
Que mala suerte haberte conocido! 

La putrefacción de la calavera 
La carcasa del mal sano pensamiento
Que mala suerte… Hay como me arrepiento!
El mal sabor de la percepción,
de lo desprolijo emprolijado
Las líneas borroneadas,
El intento de lo impoluto.
La insatisfacción.
Que mala suerte, maldita invasión.

¿Y tu que piensas de la situación?
Al puestillo por pestillo, Al castillo sin ladrillo
Al problema de los niños
Al salario del mendigo.
Que te digo de mi amigo, un mesero del olvido
Una calaña de la entraña, un maraña que te ensaña
Una pequeña, niña de Cataluña. 
Enamorada de un vil marido con pezuñas.

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